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¿Incentivo monetario o en especie?

Pues depende. No existe una respuesta única y definitiva, ya que depende de una serie de factores que varían según el contexto, quién lo recibe y los objetivos específicos de cada situación.

Pero para salir de dudas, vamos a explorar los pros y los contras de estos dos tipos de incentivos, enfocados en los empleados y equipos comerciales externos.

Incentivos Monetarios

Pros:

  1. Flexibilidad: Los incentivos monetarios pueden ser utilizados de diversas maneras y adaptados a las necesidades específicas de cada situación o de cada individuo.
  2. Facilidad de seguimiento: Son fáciles de medir y evaluar, lo que facilita el análisis de su eficacia.
  3. Motivación directa: Al ofrecer una recompensa monetaria tangible, pueden ser altamente motivadores para algunas personas.

Contras:

  1. Poca durabilidad: A veces, los incentivos monetarios pueden ser percibidos como transitorios y pueden no generar un impacto duradero en el comportamiento o la lealtad.
  2. Falta de diferenciación: En un entorno en el que muchas empresas ofrecen incentivos monetarios similares, puede ser difícil destacar y generar un impacto significativo en el usuario.
  3. Posible desmotivación a largo plazo: Dependiendo de cómo se implementen, los incentivos monetarios pueden llevar a causar el efecto contario, una disminución en la motivación de las personas, ya que pueden comenzar a realizar las tareas únicamente por la recompensa monetaria.

Incentivos en Especie

Pros:

  1. Experiencia emocional: Los incentivos en especie pueden generar emociones positivas y una conexión emocional más fuerte con la empresa, lo que puede aumentar la lealtad a largo plazo.
  2. Diferenciación: Los incentivos en especie pueden ser únicos y personalizados, lo que puede ayudar a diferenciar una empresa de sus competidores.
  3. Percepción de valor: A menudo, los incentivos en especie son percibidos como más valiosos que el equivalente en efectivo, ya que ofrecen una experiencia o un regalo aspiracional que el destinatario de otra forma no disfrutaría.

 

Contras:

  1. Recursos e inversión: Algunos incentivos en especie, como viajes o productos costosos, pueden requerir una inversión significativa en términos de tiempo y recursos.
  2. Menor flexibilidad: A diferencia de los incentivos monetarios, los incentivos en especie pueden tener una aplicación más limitada y pueden no ser igualmente atractivos para todas las personas.

¿Qué dicen los estudios?

Algunos estudios han comparado la efectividad de los incentivos monetarios y en especie en diferentes contextos. Por ejemplo, una investigación publicada en la revista «Administrative Science Quarterly» encontró que los incentivos en especie, como tarjetas de regalo, pueden ser más efectivos que los incentivos monetarios para motivar a los empleados en tareas que requieren creatividad y pensamiento innovador.

Otro estudio publicado en el «Journal of Economic Psychology» indica que los incentivos monetarios son más efectivos para tareas simples y repetitivas, mientras que los incentivos en especie pueden ser más efectivos para tareas complejas que requieren habilidades cognitivas más altas.

Por lo tanto

Podemos decir que la elección de los incentivos va a depender de muchos factores, y en ocasiones, lo recomendable sería una combinación de ambos, ya que de esta forma se aprovechan las fortalezas de cada uno mientras mitiga sus debilidades. Lo importante es diseñar estrategias de incentivos que sean coherentes con los valores y objetivos de la empresa, y que busquen generar un impacto positivo en el empleado.

 

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